¿Qué importancia tiene la producción de electricidad para que los vehículos eléctricos sean realmente sostenibles?

En el caso de un vehículo eléctrico, la reducción de las emisiones de_CO2 de la cuna a la tumba depende del origen de la electricidad utilizada para producir y hacer funcionar el camión. Puede producirse a partir de fuentes bajas en carbono, como la energía nuclear y las energías renovables, o de fuentes de energía con un alto nivel de emisiones de_CO2, como el carbón o el gas fósil. A escala europea, "existe una gran diversidad entre los países", subraya Nicolas Meunier, Consultor Senior de Movilidad de Carbone 4, una agencia de consultoría en temas de energía y clima.

Es importante tener en cuenta que si la electricidad se produce a partir de energías fósiles, lo que significa que esta producción genera muchas emisiones de_CO2, los vehículos pesados eléctricos que funcionan con esta electricidad son mucho menos sostenibles porque tenemos en cuenta las emisiones de la cuna a la tumba.

En Francia, las emisiones de_CO2 a lo largo del ciclo de vida completo de un camión eléctrico de batería (incluido el reciclado de las baterías) superan el 80%. La batería eléctrica es también el tipo de energía más eficaz para reducir la contaminación atmosférica y acústica y la más fácil de desarrollar a gran escala (aún en comparación con el gasóleo). En cambio, en Alemania la reducción desciende al 50%. "No obstante", prosigue Nicolas Meunier, "todos los países europeos tienen una política de descarbonización de su mix eléctrico y podemos esperar que, de aquí a 2040, las emisiones medias de la producción de electricidad se reduzcan a la mitad con respecto a las actuales".

A veces oímos a los transportistas dudar de que vaya a haber suficiente electricidad a largo plazo para electrificar el transporte de mercancías por carretera. Para responder a esta pregunta, tenemos que considerar la producción de electricidad para toda la economía: generación de energía, edificios, oficinas, industria y movilidad, ya que el camión eléctrico sólo representará alrededor del 4% de la electricidad total necesaria en 2050.

En un informe reciente, la AIE calculó lo que supondría para la producción de electricidad que todo el mundo alcanzara realmente la neutralidad de carbono en 2050. La producción mundial de electricidad aumentaría un 160% entre 2020 y 2050, como consecuencia de la electrificación de los procesos industriales, los edificios con bombas de calor, el aumento del número de centros de datos, la movilidad y la producción de hidrógeno, y a pesar de las mejoras en la eficiencia y el aumento de la conservación y la reducción.

En el caso de economías avanzadas como las europeas, el aumento de la producción de electricidad entre 2020 y 2050 rondaría el 100% de media. Para Francia y Alemania, con una producción actual superior a 500 TWh/año, el aumento sería de alrededor del 40%, mientras que sería del 90% en Italia y del 150% en el Reino Unido.

Todos los países europeos han definido sus propias estrategias energéticas para aumentar su producción de electricidad y alcanzar al mismo tiempo la neutralidad de carbono en 2050. Se basan principalmente en las energías eólica y solar, con el apoyo a veces de la energía nuclear o de biocombustibles o e-combustibles importados para gestionar su intermitencia. La estabilidad de esos planes a lo largo del tiempo es clave para el éxito de su implantación. No hay grandes obstáculos técnicos o económicos para llevarlos a cabo, pero hay algunas oposiciones locales a nuevos parques eólicos y plantas solares.

La electrificación de los camiones es sólo una pequeña parte del esfuerzo por descarbonizar nuestras sociedades, que dependen en gran medida de la electricidad mediante el uso de coches eléctricos, combustible generado eléctricamente para los aviones, bombas de calor para los edificios y la electrificación de los procesos industriales.

El concepto de "red inteligente

a contribución de los camiones eléctricos al consumo europeo de electricidad en 2050 seguirá siendo modesta, estimándose en torno al 4%. A largo plazo, la movilidad eléctrica es incluso una ventaja para la red eléctrica, ya que la electricidad no utilizada por los vehículos eléctricos se devuelve directamente a la "red inteligente" al final del día, compensando en parte el carácter intermitente de las energías eólica y solar.

La situación energética actual no cuestiona nuestras opciones de futuro. Seguimos empeñados en introducir nuestras ofertas 100% eléctricas, que representan el camino a seguir para un transporte con bajas emisiones de carbono. La pertinencia de la transición a la movilidad eléctrica debe evaluarse a lo largo de varios años, y mientras se mantengan controlados los aumentos de los precios de recarga, no anularán la lógica económica del cambio a la electricidad.